The Age Of Anxiety
ALAIN URRUTIA
The Age of Anxiety. Alain Urrutia
El extenso poema de W. H. Auden que planteaba la búsqueda constante del sentido de la existencia en un mundo cambiante y sin frenos inspiró a Bernstein, que captó esta sensación en su sinfonía del mismo título. Bajo el influjo de ésta, tomada como una especie de banda sonora del sentir contemporáneo, Alain Urrutia pinta una serie de obras que acaban conformando una exposición que, como es su costumbre, invita a la reflexión, a la pausa y a fijar la mirada sobre una sola imagen. Una reivindicación de la lentitud frente el scrolling continuo con el que codificamos las imágenes de nuestro alrededor, dentro y fuera de las pantallas.
En la línea de trabajos anteriores, como 20 Minutos de Pensamiento Abstracto, Alain Urrutia trata de conseguir del espectador algo muy concreto: su tiempo. Que sea necesario un recorrido pausado por el espacio expositivo para contemplar las imágenes y dialogar con ellas. The Age of Anxiety deja atrás la idea de “sala vacía” en la que las obras de pequeño formato se mezclan con la pared, y se abre paso una sala aparentemente llena, en la que los lienzos –que no las imágenes– ocupan cada vez más espacio, provocando que la sensación inicial del espectador, que cree poder abarcar la exposición con la mirada en el primer vistazo general, se transforme rápidamente y se vea obligado a volver sobre sus pasos, a iniciar el camino de nuevo y, de manera irremediable, a detenerse. Como en la sinfonía de Bernstein, el vacío se transforma en silencio, y la única manera de salir de él es atravesarlo de manera consciente.
Las imágenes, o metaimágenes, relacionadas entre sí, plantean interrogantes acerca de su propia naturaleza, sobre la forma en que las miramos, la lectura que les damos o la que nos viene dada. Todas ellas pertenecen al imaginario del artista, y aunque han sido concebidas de forma independiente y despojadas de su significado primero, conforman un tejido plural y transversal de ideas que sugiere una forma diferente de mirar, en la que la atención se convierte en la clave para descifrar el mensaje.
El mapa conceptual que acompañaba a las pinturas en exposiciones anteriores y que desentrañaba las conexiones existentes entre ellas desaparece ahora para dejar paso a un texto convencional [la presente hoja de sala], que acentúa la responsabilidad del espectador en el momento de leer las imágenes. Esta ayuda ya no es necesaria, porque todas ellas tienen una doble dimensión; visual y textual, y son al mismo tiempo objeto de estudio y la herramienta necesaria para la reflexión.
The Age of Anxiety invita a mirar una vez más la modernidad que nos rodea y es, a la vez, un refugio de la misma.
Carolina Puigdevall